
Querido sueño, que de noche, tu libertad me consume, llevándome contigo, a mundos inimaginables, a reír entre alegrías, a vivir con fantasías, a imaginar suaves caricias mientras cruzo la puerta de unas aventuras, que entre palabras y dibujos se pintan creaciones de un corazón, que vive y sobrevive en un mundo, que late por alegría, expresando en unos cuantos versos sus deseos mas íntimos.
Que en el borde de una cama se consume una alegría y entre unas cuantas sabanas se disfraza de tranquilidad noches intensas que solo la imaginación conoce a profundidad la creación, de pasiones y lujuriosas fantasías de un mundo increíble.
Ni el pasar de las horas, es capaz de interrumpir, momentos que envidia la pasividad, ya que son acumulaciones de movimientos incesantes que se dan sobre la cama y bajo una sabana, ademas solo el que yace reposado en el mundo onírico de un deseo, conoce las respuestas de las preguntas perdidas.
Entre pasiones desenfrenadas y primaveras que cruzan rápidamente, el suave pisar de la brisa acaricia el alma, que reposa suavemente en la cama, como rosas en un jardín, que roba miradas y abre puertas a mil sabores, que da placer en un tan solo con el roce del aroma de una mirada.
Sueños fantásticos, misteriosos que con tu belleza creas el país de una posibilidad y el himno de una paradoja, dando alimento a los blancos huesos y a la fina piel que quebranta el silencio, dando frutos blandos que fascina a la boca y derrite las mieles de sombras desnudas.
(Locart)
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