
Perdido en una mirada,
mientras que mi alma se ausenta del cuerpo,
para viajar a las praderas de un sueño,
que el corazón arma de un latir.
Para darle vida a aquellas palabras
que describen lo que pasa en los labios de la fantasía,
llevando consigo al mundo girar cada vez mas lento.
Permitiendo grabar
aquellos ojos no solo
en la mente sino también
en el corazón.
Dándole luz al día y
la oscuridad a la noche,
llevando a responder aquellas preguntas mudas,
que se escriben suavemente
en la corriente pasajera del viento.
Ni el más mínimo parpadear
devuelve el alma al cuerpo,
ya que es libre en el juego
de una mirada tímida,
penetrante y un tanto coqueta.
Tan dulce como la miel
y cálida como el palpitar de dos corazones,
que se ven fijamente con frescura
y se hablan con el sonreír
del vals de sus labios
color carmesí.
(locart)
No hay comentarios:
Publicar un comentario