Desperté,
pensando en la sonrisa,
que tatuaste en mi alma,
en aquel día soleado,
que te robaste mis miradas,
mientras que mi corazón latía de forma loca
por aquellos labios color carmesí,
el universo conspiraba en una treta de amor,
e inmediatamente desee decirte todo lo que en mi ocurría,
pero no bastaron las palabras,
ya que mi mundo se detuvo,
con esa dulce mirada que atravesaba mi alma y corazón,
casi inmóvil me quede por aquella emoción
que desbordaba pasiones y lujurias,
y tan solo se puede reaccionar sonriéndote a ti también,
y aquella sonrisa un poco tímida y nerviosa,
fue el gesto que mi alma le hacia a la tuya,
demostrándote que estaba cautivado
por tal hermosa belleza y dulzura que radiaba todo tu ser,
y ahora cada día despierto
con un tatuaje de alegría en mi alma
por aquel día en que tu corazón y el mío
se encontraron por primera vez,
por eso desde entonces escribo versos
en los latidos de un corazón
para llevarte cada día la sonrisa y alegría
que nos permitirán cerrar
el pacto de amor entre tus labios y los míos.
(locart)
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