No importa el día ni la hora,
ni mucho menos las palabras,
cuando algunos sentimientos
se expresan libremente a un corazón.
Ya que ese mismo corazón
le ha robado la razón a la vida
y la convertido en una locura.
Locura que cura mis pensamientos
dando energía al nacimiento de pequeños versos,
versos que pueden viajar y conquistar lo sincero,
sincero como el latir de un corazón.
Corazón que escribe en versos
lo que en el nace dentro de sí,
y en algunos cuantos latidos
poco a poco conquistan pasiones
sinceras y placenteras.
Donde lo bello de una mirada irradia
sentimientos que cargan de energía,
y mientras el placer de una sensación
mira fijamente al deseo que recién nació.
Solo lo más bello puede descansar
en aquella emoción que grita de pasión
por la locura de un amor.
(locart)
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